¿Salvo Siempre Salvo o Perseverar en Santidad?

2

¿Salvo Siempre Salvo o Perseverar en Santidad?Hay una creencia entre algunas denominaciones evangélicas-protestantes, que dice: “Salvo Siempre Salvo” o “Una vez Salvo, Siempre Salvo” o simplemente “Soy Salvo”, las cuales están totalmente fuera de una sana doctrina. Por tal motivo me decidí analizar algunos artículos que afirman tal cosa en internet, luego investigar en la biblia y finalmente escribir el siguiente artículo en el cual veremos que tal aseveración es falsa, no es bíblica y que solo pudo haber tenido un origen contrario a Dios. Alguien ha puesto esta mentira en boca de muchos de nuestros hermanos, algunos de los cuales se la pasan jactándose que son salvos.

Hermano Católico te pido que leas y medites tranquilamente los siguientes textos bíblicos que te presentaré para que, cuando ataquen tu fe con este tipo de mentiras, no caigas tú también en el pozo de los ciegos (Mateo 15,14); hermano Evangélico-Protestante si tu estas en uno de estos grupos que se dicen Salvos, toma tu biblia y analiza junto conmigo, para que veas si esa enseñanza viene de Dios o de los hombres.

Revisando en Sitios No Catolicos

Para conocer mejor esta creencia, consulté algunas páginas evangélicas y me sorprendió que en una de las más populares, de un sitio en inglés, se lanzan las siguientes preguntas y da una respuesta rotunda:

Una persona que ha aceptado a Cristo como Salvador, podría preguntarse a sí misma si es posible perder la salvación. ¿Si se comete pecado? ¿Si se cometen un montón de pecados? ¿O si se hace algo muy muy malo? ¿Es posible ser salvo y luego perder la salvación? Afortunadamente, la respuesta es un rotundo NO.

Con lo anterior lo primero que se me viene a la mente es:

2Timoteo 4,3 Porque llegará un tiempo en que los hombres no soportarán la sana doctrina, sino que, siguiendo sus pasiones, se rodearán de maestros que les halaguen los oídos.

Este artículo daba como texto principal de esta doctrina a Juan 10,27-30 y declara que esa doctrina tiene respaldo en los siguientes: Romanos 8,38-39, Efesios 4,30 y Judas 1,24 entre otras (no menciona cuáles son esas otras). Veamos un poco qué nos dicen esos textos:

Juan 10,27-30 Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen; yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrancará de mi mano. Mi Padre que me las ha dado es más que todos y nadie puede arrancar nada de las manos de mi Padre. El Padre y yo somos uno.

Aquí Jesús dice “Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen” esto es claramente desde el punto de vista de Jesús, Él sabe quiénes son sus ovejas, Él sabe quienes los siguen y son los que el Padre le ha dado a cuidar. Pero cabe hacer una pregunta ¿todos los que dicen seguir a Jesús son merecedores de la vida eterna? ¿En otras palabras, son ovejas de Jesús?

Mateo 7,21 No bastará con decirme: ¡Señor!, ¡Señor!, para entrar en el Reino de los Cielos; más bien entrará el que hace la voluntad de mi Padre del Cielo.

Mateo 7,22-23 Muchos me dirán aquel Día: «Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?» Y entonces les declararé: «¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!»

Entonces no todos los que digan seguir al Señor tendrán la Vida Eterna, solo el Señor sabe quiénes entrarán en la vida eterna. Por lo que queda claro que ese versículo está fuera de contexto, lo cual no me sorprendió tanto como si me sorprendieron los llamados “versículos de respaldo”. Es muy significativo ver que estas tres citas se encuentran al final de sus respectivos capítulos, por lo que quiero imaginar que, responsablemente, quien los menciona ha leído el capítulo completo, aunque pareciera que no, veamos porque.

Romanos 8,38-39 Yo sé que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni las fuerzas del universo, ni el presente ni el futuro, ni las fuerzas espirituales, ya sean del cielo o de los abismos, ni ninguna otra criatura podrán apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor.

El texto lo han llevado extraordinariamente fuera de contexto, pues en casi todo el capítulo Pablo nos dice, una y otra vez que hay que mantenerse en el espíritu y no en la carne y, por si fuera poco, hace una tajante advertencia: Romanos 8,8 Por eso los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Y yo me pregunto qué diría San Pablo si alguien le dijera que la salvación no se pierde y, peor aun si se jactaran diciendo delante de él esa frase de “una vez salvo siempre salvo, aunque cometas el peor de los pecados”. Veamos la siguiente cita en que se respalda esta creencia:

Efesios 4,30 No entristezcan al Espíritu Santo de Dios; éste es el sello con el que ustedes fueron marcados y por el que serán reconocidos en el día de la salvación.

Nuevamente cuando se cita este versículo no se toma en cuenta, ni remotamente, al capítulo entero, pues resulta que nuevamente Pablo se la pasa exhortando a no pecar, evitar mentiras, evitar el enojo, evitar el robo, además critica el libertinaje y la inmoralidad. Y en el mismo versículo el mismo Pablo pide que no entristezcan al Espíritu Santo de Dios. Pero si lo que estas personas enseñan es que ya nada te quita la salvación, qué más da si se entristece o no. A eso aspira este engaño.

Por si fuera poco, en este mismo capítulo, Pablo nos hace una invitación a la santidad, de una manera tan hermosa que pareciera que el mismo Jesús nos hiciera esa invitación:

Efesios 4,22-24 Se les pidió despojarse del hombre viejo al que sus pasiones van destruyendo, pues así fue su conducta anterior, y renovarse por el espíritu desde dentro. Revístanse, pues, del hombre nuevo, el hombre según Dios que él crea en la verdadera justicia y santidad.

Veamos finalmente el último versículo donde se respalda la creencia de Salvo Siempre Salvo, el cual también está al final del capítulo:

Judas 1,24 Al Dios único, que puede preservarlos de todo pecado y presentarlos alegres y sin mancha ante su propia Gloria.

Nuevamente suena muy bonito presentado así solo, pero en el resto del capítulo Judas advierte una y otra vez sobre lo mismo que Pablo, que cuiden su santidad y que se cuiden de los que usan a Dios como pretexto para su libertinaje. Y lanza una muy clara advertencia:

Judas 1,14 El patriarca Henoc, el séptimo después de Adán, dijo de ellos estas palabras: «El Señor viene con miles de ángeles» para juzgar a todos. Pedirá cuentas a los que se burlan del bien por todas las veces en que actuaron burlándose de él, y castigará a los pecadores enemigos de Dios por todas las palabras injuriosas que profirieron contra él.
Son descontentos y frustrados que sólo tratan de satisfacer sus pasiones; su boca está llena de palabras altisonantes y con ellas quieren impresionar a la gente para su propio provecho.Pero ustedes, amadísimos, recuerden lo que los apóstoles de Cristo nuestro Señor les anunciaron.Ellos les decían que al final de los tiempos aparecerán hombres que se burlarán de todo y no tendrán en cuenta a Dios, sino que se dejarán llevar por sus pasiones.En la actualidad éstos son los que causan divisiones, se mueven en lo humano y no tienen el Espíritu.
En cambio ustedes, queridos hermanos, construyan su vida sobre los fundamentos de su santísima fe, oren en el Espíritu Santo y manténganse en el amor de Dios, aguardando la misericordia de Jesucristo nuestro Señor, que los llevará a la vida eterna.

No hay que agregar mucho a eso, Judas nos llama a la santidad, igual que lo hace Pablo, pues así lo dejó ordenado el Señor en

Mateo 5,48 Por su parte, sean ustedes perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el Cielo.

Citas Bíblicas que Contradicen Rotundamente el Salvo Siempre Salvo

Mencionaré solo unas pocas citas del evangelio y hechos y otro tanto de los apóstoles, aunque me queda claro que no puede uno pasar más de 5 minutos leyendo la biblia sin que se nos invite continuamente a cuidar la salvación manteniéndonos en santidad. Aún así quizás me extienda un poco con este texto, y es que es importante asentar con la biblia que eso de Salvo Siempre Salvo no viene de Dios, no es apostólico, ni mucho menos bíblico, sino que es una malvada malinterpretación que se viene enseñando a muchos de nuestros hermanos.

Mateo 18,23-35 Aprendan algo sobre el Reino de los Cielos. Un rey había decidido arreglar cuentas con sus empleados, para empezar, le trajeron a uno que le debía diez mil monedas de oro. Como el hombre no tenía con qué pagar, el rey ordenó que fuera vendido como esclavo, junto con su mujer, sus hijos y todo cuanto poseía, para así recobrar algo. El empleado, pues, se arrojó a los pies del rey, suplicándole: «Dame un poco de tiempo, y yo te lo pagaré todo. El rey se compadeció y lo dejó libre; más todavía, le perdonó la deuda. Pero apenas salió el empleado de la presencia del rey, se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien monedas. Lo agarró del cuello y casi lo ahogaba, gritándole: «Págame lo que me debes. El compañero se echó a sus pies y le rogaba: «Dame un poco de tiempo, y yo te lo pagaré todo. Pero el otro no aceptó, sino que lo mandó a la cárcel hasta que le pagara toda la deuda. Los compañeros, testigos de esta escena, quedaron muy molestos y fueron a contárselo todo a su señor. Entonces el señor lo hizo llamar y le dijo: «Siervo miserable, yo te perdoné toda la deuda cuando me lo suplicaste. ¿No debías también tú tener compasión de tu compañero como yo tuve compasión de ti?» Y tanto se enojó el señor, que lo puso en manos de los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Y Jesús añadió: «Lo mismo hará mi Padre Celestial con ustedes, a no ser que cada uno perdone de corazón a su hermano.

En esta parábola Jesús nos habla de un rey que es Dios mismo, y de uno de sus siervos, el cual tiene una importante deuda al rey, entonces cuando el rey le pide cuentas por una elevadísima cantidad al siervo y este, que no tiene con qué pagar, se lanza a sus pies y pide tiempo para no ser vendido como esclavo. El rey (Dios) lo deja libre y además le perdona la deuda, lo que significa que le da la Salvación, pues Jesús nos está hablando del Reino de los Cielos. Al salir el siervo se topa con un consiervo quien le debe una reducidísima cantidad y a pesar de que le ruega por perdón, este no lo perdona, sino que lo mete en la cárcel. El rey (Dios) se entera, lo manda llamar, lo reprende y lo entrega a los verdugos, es decir le quita la salvación por no haber perdonado al consiervo. Esto es totalmente contrario a que “una vez salvo siempre salvo”. Veamos otra parábola:

Lucas 8,11-15 Aprendan lo que significa esta comparación: La semilla es la palabra de Dios. Los que están a lo largo del camino son los que han escuchado la palabra, pero después viene el diablo y la arranca de su corazón, pues no quiere que crean y se salven. Lo que cayó sobre la roca son los que, al escuchar la palabra, la acogen con alegría, pero no tienen raíz; no creen más que por un tiempo y fallan en la hora de la prueba. Lo que cayó entre espinos son los que han escuchado la palabra, pero las preocupaciones, la riquezas y los placeres de la vida los ahogan con el paso del tiempo y no llegan a madurar. Y lo que cae en tierra buena son los que reciben la palabra con un corazón noble y generoso, la guardan y, perseverando, dan fruto.

Aquí Jesús es muy claro en que muchos van a escuchar la palabra y la aceptarán pero solo el que persevere y de fruto ese se salvará. Otra vez vemos que se hace un llamado claro a perseverar en santidad, es decir: recibir la palabra, con un corazón noble y generoso, guardarla, perseverar y dar fruto.

En la siguiente tomamos dos fragmentos de los Hechos de los apóstoles, que es de los más claros, entre los que no son de Pablo.

Hechos 8,9-13 Había llegado a aquella ciudad antes que Felipe un hombre llamado Simón. Tenía muy impresionada a la gente de Samaría con sus artes mágicas y se hacía pasar por un gran personaje. Todos estaban pendientes de él, pequeños y grandes, y decían: «Este es el poder de Dios», pues se hablaba de un tal «gran poder de Dios». Desde hacía tiempo los tenía alucinados con sus artes mágicas, y la gente lo seguía. Pero cuando Felipe les habló del Reino de Dios y del poder salvador de Jesús, el Mesías, tanto los hombres como las mujeres creyeron y empezaron a bautizarse. Incluso Simón creyó y se hizo bautizar. No se separaba de Felipe, y no salía de su asombro al ver las señales milagrosas y los prodigios que se realizaban.

Como vemos, un hombre llamado Simón había impresionado a las personas con su magia y, peor aún, las personas decían «Este es el poder de Dios». Esto sucede hasta que llega el apóstol Felipe a hablarles de Jesús el Salvador y todos se creyeron, se convirtieron y se bautizaron, incluso Simón el mago. Pero veamos qué pasa unos versículos mas tarde.

Hechos 8,17-23 Pero entonces les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo. Al ver Simón que mediante la imposición de las manos de los apóstoles se transmitía el Espíritu, les ofreció dinero, diciendo: «Denme a mí también ese poder, de modo que a quien yo imponga las manos reciba el Espíritu Santo. Pedro le contestó: «¡Al infierno tú y tu dinero! ¿Cómo has pensado comprar el Don de Dios con dinero?» Tú no puedes esperar nada ni tomar parte en esto, porque tus pensamientos no son rectos ante Dios. Arrepiéntete de esa maldad tuya y ruega al Señor que te perdone por tus intenciones, si es posible. Porque en tus caminos solamente veo amargura y lazos de maldad.

¡Al infierno tú y tu dinero! ¿Es eso posible para uno que ya había aceptado a Jesús como salvador? La respuesta es un rotundo SI, por supuesto que lo es. Con lo que vemos, nuevamente, que esa enseñanza es malvada por donde la veas. La pregunta es, como se mencionaba en un sitio que defendía esta enseñanza: ¿Si ya has aceptado a Jesús como tu salvador y haces algo muy muy malo, como el mago Simón, la salvación se pierde? Que cada quien conteste.

Pasamos ahora con los apóstoles, pues sus enseñanzas son extraordinarias, especialmente Pablo quien es magníficamente claro con esta falsa enseñanza. Empezaremos con la carta a los Romanos:

Romanos 11,16-23 Cuando se consagran a Dios las primicias, queda todo bendecido. Si la raíz es santa, lo serán también las ramas. Ves que algunas ramas han sido cortadas, mientras que a ti te tomaron de un árbol silvestre para injertarte en el árbol bueno de ellos, beneficiándote así de la raíz y de la savia del olivo. ¡No desprecies a esas ramas! ¿Cómo puedes sentirte superior? No eres tú el que sostiene la raíz, sino que es la raíz la que te sostiene a ti. Dirás tal vez: «Cortaron las ramas para injertarme a mí. Muy bien, no creyeron y fueron suprimidos, mientras que tú estás ahí gracias a la fe. Pero no seas orgulloso y vigila tus pasos. Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, menos aún te perdonará a ti. Fíjate que Dios es a la vez bondadoso y severo: severo con ellos, que cayeron, y bondadoso contigo, siempre que perseveres en el bien, pues de lo contrario tú también serás cortado. En cuanto a ellos, si no se obstinan en rechazar la fe, serán injertados, pues Dios es capaz de injertarlos de nuevo.

Como vemos el mensaje de la biblia es muy claro y constante en todo momento. En este caso Pablo nos habla de que los judíos (primeras ramas) fueron recortadas porque no creyeron. Entonces Dios, gracias a la fe, nos injerta a nosotros, pero es muy claro y pide que no seamos orgullosos pensando que somos los salvados, pide vigilar los pasos, porque si Dios no perdonó a los judíos, menos nos perdonará a nosotros. Dios nos perdona Siempre que perseveremos en el bien y de lo contrario perderemos la salvación. Otra vez la advertencia es perseverancia en la santidad. Veamos más.

1Corintios 9,24-27 ¿No han aprendido nada en el estadio? Muchos corren, pero uno solo gana el premio. Corran, pues, de tal modo que lo consigan. En cualquier competición los atletas se someten a una preparación muy rigurosa, y todo para lograr una corona que se marchita, mientras que la nuestra no se marchita. Así que no quiero correr sin preparación, ni boxear dando golpes al aire. Castigo mi cuerpo y lo tengo bajo control, no sea que después de predicar a otros yo me vea eliminado.

El cristiano corre (no se queda parado) para alcanzar el premio (la salvación), pero para ello hay que someterse a una preparación muy rigurosa y el que no se prepara da golpes al aire. A cualquiera impresiona que el mismo San Pablo diga que puede quedar eliminado de la salvación, a pesar de ser el gran predicador de los gentiles. Aún él necesita perseverar y mantenerse bajo control para no perder su salvación. ¿Alguien encuentra por algún lado el Salvo Siempre Salvo? Vamos hermano abre los ojos, quítate las escamas para que veas claramente como Pablo.

1Corintios 4,3-4 Pero a mí no me importa lo más mínimo cómo me juzgan ustedes o cualquier autoridad humana. Y tampoco quiero juzgarme a mí mismo. A pesar de que no veo nada que reprocharme, eso no basta para justificarme: el Señor me juzgará.

Desde que estudio la biblia me ha quedado claro que el más claro contra todas las ideas erróneas del protestantismo es el mismísimo Pablo. Y como no pensar eso si, como vemos aquí, con una sola línea se da por sentado que el “Soy Salvo” como se jactan algunos de nuestros hermanos, es incompatible con Pablo, quien a pesar de no tener mancha no se siente salvado, porque es el Señor quien nos juzgará.

Decía en uno de sus retiros espirituales un sacerdote al que estimo mucho, aunque él no me conoce, el Padre Carlos Cancelado, que alguien le preguntó alguna vez: ¿Cómo puedo saber si voy al cielo? Y la respuesta inmediata fue: “Muriendo”. Obviamente la mujer se impresionó, pero luego, en una explicación más amplia, le exponía que debía ser santa si quería tener una mayor seguridad en su salvación.

1Corintios 10,6-13 Todo esto sucedió para ejemplo nuestro, pues debemos guardarnos de los malos deseos que ellos tuvieron. No se hagan servidores de ídolos, igual que algunos de ellos, como dice la Escritura: El pueblo se sentó a comer y a beber y se levantaron para divertirse. No caigan en la prostitución, como muchos de ellos hicieron, y en un solo día cayeron muertos veintitrés mil. No tentemos al Señor, como algunos de ellos lo tentaron y perecieron mordidos por las serpientes. Tampoco se quejen contra Dios, como se quejaron muchos de ellos y fueron eliminados por el ángel exterminador. Todo esto que les sucedió era nuestra misma historia, y fue escrito para instruir a los que vendrían en los últimos tiempos, es decir, a nosotros. Así, pues, el que crea estar en pie tenga cuidado de no caer. De hecho, ustedes todavía no han sufrido más que pruebas muy ordinarias. Pero Dios es fiel y no permitirá que sean tentados por encima de sus fuerzas. En el momento de la tentación les dará fuerza para superarla.

Es clara la enseñanza y ojalá los que se creen salvos la tomen para sí mismos: el que crea estar en pie tenga cuidado de no caer.

1Corintios 15,1-2 Quiero recordarles, hermanos, la Buena Nueva que les anuncié. Ustedes la recibieron y perseveran en ella, y por ella se salvarán si la guardan tal como yo se la anuncié, a no ser que hayan creído cosas que no son.

La salvación se da solo si perseveramos en la Buena Nueva y no se cree en cosas que no son, como la de “Una Vez Salvo Siempre Salvo”.

Hebreos 12,11-15 Ninguna corrección nos alegra en el momento, más bien duele; pero con el tiempo, si nos dejamos instruir, traerá frutos de paz y de santidad. Por lo tanto, levanten las manos caídas y fortalezcan las rodillas que tiemblan, enderecen los caminos tortuosos por donde han de pasar, para que el cojo no se pierda y más bien se mejore. Procuren estar en paz con todos y progresen en la santidad, pues sin ella nadie verá al Señor. Cuídense, no sea que alguno de ustedes pierda la gracia de Dios y alguna raíz amarga produzca brotes, perjudicando a muchos.

“Progresen en la santidad, pues sin ella nadie verá al Señor”. Nuevamente queda claro que quien no persevera y cuida su santidad no verá al Señor, eso si viene de Dios, si es Bíblico y nadie puede ponerlo en tela de juicio. Entendamos que cuando alguien nos dice que ya somos salvos o que él es salvo, nos está engañando, incluso si lo dice de buena fe, eso no le quita que este repitiendo una mentira.

2Pedro 2,20-21 Y si éstos, que se habían liberado de los vicios del mundo por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, vuelven a esos vicios y se dejan dominar por ellos, su situación actual resulta peor que la primera. Más les valdría no haber conocido los caminos de la santidad que, después de haberlos conocido, apartarse de la santa doctrina que les fue enseñada.

En estas líneas de la Biblia (muy parecidas a Mateo 12,43-45) San Pedro no deja lugar a dudas, de que la salvación se puede perder incluso si aceptaste a Jesús como Señor y salvador, por lo que nadie debe darla por segura, además habla de que aquellos que la pierden quedan en peor situación que aquellos que no la han tenido. Y para no perder la costumbre nos recuerda que hay que perseverar en la santidad.

A continuación colocare algunas citas más, por si alguien aún tiene dudas, aunque ya sin comentarios. Al final volveremos con una breve conclusión y uno de los textos más hermosos escritos por el Apóstol Pablo que reafirman todo esto que hemos visto.

Mateo 12,43-45 Cuando el espíritu malo sale del hombre, empieza a recorrer lugares áridos, buscando un sitio de descanso, y no lo encuentra. Entonces se dice: Volveré a mi casa de donde salí. Al llegar la encuentra desocupada, bien barrida y ordenada. Se va, entonces, y regresa con otros siete espíritus peores que él, entran y se quedan allí. La nueva condición de la persona es peor que la primera, y esto es lo que le va a pasar a esta generación perversa.

1Timoteo 5,8 Quien no se preocupa de los suyos, especialmente de los de su casa, ha renegado de la fe y es peor que el que no cree.

2Timoteo 2,15 Trata de que Dios pueda contar contigo; sé como obrero irreprensible, experto en el manejo de la palabra de la verdad.

Colosenses 1,21-23 Ustedes mismos en otro tiempo se quedaron aparte y con sus obras malas actuaron como rebeldes. Pero con su muerte Cristo los reconcilió y los integró a su mismo ser humano mortal, de modo que ahora son santos, sin culpa ni mancha ante él. Pero, por supuesto, perseveren en la fe; muéstrense firmes, cimentados en ella; no se desvíen de su esperanza, tengan siempre presente el Evangelio que han oído, que ha sido predicado a toda criatura en este mundo, y del que yo, Pablo, he llegado a ser encargado.

Hebreos 6,4-6 De todas maneras, es imposible renovar a los que ya fueron iluminados, que probaron el don sobrenatural y recibieron el Espíritu Santo, y saborearon la maravillosa palabra de Dios con una experiencia del mundo futuro. Si a pesar de todo esto recayeron, es imposible renovarlos por la penitencia cuando vuelven a crucificar por su cuenta al Hijo de Dios y se burlan de él.

Hebreos 10,26-31 Si pecamos voluntariamente después de haber recibido el pleno conocimiento de la verdad, no puede haber ya sacrificio por el pecado;» solamente queda la perspectiva tremenda del juicio y del fuego que devorará a los rebeldes. No hay misericordia para el que desprecia la Ley de Moisés: es condenado a muerte por el testimonio de dos o tres personas. ¿Qué pasará entonces con el que pisoteó al Hijo de Dios? ¿Qué castigo merecerá, según ustedes, el que ha profanado la sangre de la alianza con la cual fue santificado y ha insultado al Espíritu, don de Dios? Conocemos al que dijo: A mí me corresponde la venganza, daré a cada cual su merecido. Y también: El Señor juzgará a su pueblo. Es espantoso caer en las manos del Dios vivo.

Santiago 5,19-20 Hermanos, si alguno de ustedes se extravía lejos de la verdad y otro lo hace volver, sepan que el que aparta a un pecador de su mal camino salva un alma de la muerte y hace olvidar muchos pecados.

Conclusiones

Hasta aquí debe haber quedado muy claro que la frase “Salvo Siempre Salvo” es una enseñanza anti bíblica, anti apostólica y anti cristiana, porque la salvación “SI” se pude perder, inclusive cuando aceptes a Jesús como tu salvador. Y contrario a esta falsa enseñanza vemos que la Sagrada escritura lo que nos enseña continuamente es perseverar en la santidad para poder aspirar a la Salvación en Cristo Jesús.

Para concluir veamos uno de los textos más hermosos de escribió San Pablo, el cual viene a confirmar de manera bella y tajante que en lugar de decir Soy Salvo debemos perseverar en la Santidad y el Amor a los demás.

Filipenses 3,7-21 Pero lo que era para mí ganancia, lo he juzgado una pérdida a causa de Cristo. Y más aún: juzgo que todo es pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por quien perdí todas las cosas, y las tengo por basura para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no con la justicia mía, la que viene de la Ley, sino la que viene por la fe de Cristo, la justicia que viene de Dios, apoyada en la fe, y conocerle a él, el poder de su resurrección y la comunión en sus padecimientos hasta hacerme semejante a él en su muerte, tratando de llegar a la resurrección de entre los muertos.

No que lo tenga ya conseguido o que sea ya perfecto, sino que continúo mi carrera por si consigo alcanzarlo, habiendo sido yo mismo alcanzado por Cristo Jesús. Yo, hermanos, no creo haberlo alcanzado todavía. Pero una cosa hago: olvido lo que dejé atrás y me lanzo a lo que está por delante, corriendo hacia la meta, para alcanzar el premio a que Dios me llama desde lo alto en Cristo Jesús. Así pues, todos los perfectos tengamos estos sentimientos, y si en algo sentís de otra manera, también eso os lo declarará Dios.

Por lo demás, desde el punto a donde hayamos llegado, sigamos adelante. Hermanos, sed imitadores míos, y fijaos en los que viven según el modelo que tenéis en nosotros. Porque muchos viven según os dije tantas veces, y ahora os lo repito con lágrimas, como enemigos de la cruz de Cristo, cuyo final es la perdición, cuyo Dios es el vientre, y cuya gloria está en su vergüenza, que no piensan más que en las cosas de la tierra.

Pero nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos como Salvador al Señor Jesucristo, el cual transfigurará este miserable cuerpo nuestro en un cuerpo glorioso como el suyo, en virtud del poder que tiene de someter a sí todas las cosas.

Que el Señor te Guarde y te Ilumine.

Francisco Delgado Bautista
RespuestasCatolicas.com





Los comentarios estan cerrado.