De pronto empiezo a escuchar en mi interior “Ve y Evangelízalo” “Háblale de Mí” y yo decía “No”. Yo le decía al Señor “No, lo voy a hacer, lo voy a hacer, lo voy a hacer, yo quiero estar aquí tranquilo” Pero más deseo de ir al baño tenía. Entonces le dije a Dios “Bien Señor, voy a ir pero dame palabras para hablarle de ti este hermano de ti”. El caso es que me levanto y empiezo a caminar y aunque trato de no verlo…