La exposición está basada en el catecismo de la iglesia católica, una catequesis de Juan Pablo II, en la exposición de los ángeles en la Suma Teológica de santo Tomas de Aquino, y especialmente en su propia experiencia como exorcista.
Fuera de los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, la iglesia no reconoce a ningún otro ángel por su nombre, así es que debemos abstenernos de llamar a cualquier otro ángel que no sea uno de estos tres o el propio ángel guardián o custodio.