Por: Juan Mateos sj
1. El conocimiento del mensaje específico del Nuevo Testamento: el Mensaje de Jesús de Nazaret.
2. La aplicación de este Mensaje a las circunstancias presentes que vive la comunidad. En esto consiste, principalmente, la teología, que debe ser obra de toda la comunidad.
3. La profundización vital permanente de la fe en Jesús como Mesías, a nivel personal y comunitario.
Veamos un Fragmento.
Las Tentaciones de Jesús
En Mateo, capítulo 3, versículos 1-6, hay una coincidencia con Marcos: Juan bautiza y acude la masa del pueblo.
A partir del versículo 7 hasta el 17 Mateo incluye algunas variantes:
– aparecen fariseos (=poder espiritual) y saduceos (-poder político) que van a bautizarse. Juan se extraña y los increpa duramente (vv 7-10).
– Jesús no sólo va a bautizar con Espíritu Santo, sino con fuego. Aludiendo con ello a la oposición de Jesús al poder político- religioso representado por los saduceos y fariseos (v 12).
– hay un diálogo entre Juan y Jesús (vv 13-16).
A partir del capítulo 4, vv 1-11, Mateo añade el relato de las tentaciones.
Mt. 4, 1-2: «El Espíritu condujo a Jesús al desierto para que el diablo lo pusiera a prueba. Jesús ayunó cuarenta días con sus noches y al final sintió hambre».
«Ayunó cuarenta días con sus noches»
¿Qué significa esto? Mateo, al escribir así, quiere indicar que Jesús no es menor que los grandes personajes del A. T., como Moisés, que ayunó cuarenta días con sus noches en el Sinaí, o como Elías que caminó durante cuarenta días en ayunas. Es una simple comparación para decir que Jesús es más fuerte, porque después de hacer las mismas proezas que las grandes figuras del A. T. , es capaz todavía de vencer al mismo Satanás. Este ayuno de Jesús no es un ayuno religioso. El ayuno religioso se interrumpía al llegar la noche.
Mt. 4, 3-4: «El tentador se le acercó y le dijo: si eres el Hijo de Dios, di que las piedras éstas se conviertan en pan. Le contestó: Está escrito: No solo de pan vive el hombre sino también de todo lo que diga Dios con su boca».
La primera tentación es la de usar los poderes divinos para el propio provecho, la de considerarse autónomo respecto a Dios. Jesús responde con una frase de la Escritura. Lo que da vida es el plan de Dios. El hombre no es autónomo con relación a Dios y su voluntad: todo debe estar subordinado al designio de Dios.
Mt. 4, 5-7: «Entonces se lo llevó el diablo a la Ciudad Santa, lo puso en el alero del Templo y le dijo: si eres Hijo de Dios, échate abajo: porque está escrito: ‘A sus ángeles ha dado órdenes para que cuiden de ti’, y también ‘te llevarán en volandas, para que tu pie no tropiece con piedras’. Jesús le repuso: también está escrito: ‘No tentarás al Señor tu Dios'».
La segunda tentación consiste en decirle que siga el plan de Dios fiándose de Dios de manera que deje su responsabilidad en manos de un providencialismo infantil. El alero del templo era el lugar donde tenía que presentarse el Mesías, según especulaciones mesiánicas. Si la primera tentación era el prescindir de Dios, la segunda tentación es dejárselo todo a Dios y renunciar a la propia responsabilidad. La respuesta de Jesús es la de que eso es tentar a Dios. El hombre debe colaborar activamente con el designio de Dios.
Mt. 4, 8-11: «Después se lo llevó el diablo a una montaña altísima y le mostró todos los reinos del mundo con su esplendor, diciéndole: te daré todo eso si te postras y me rindes homenaje. Entonces le replicó Jesús: vete, Satanás, porque está escrito: ‘Al Señor tu Dios rendirás homenaje y a El solo prestarás servicio». Entonces lo dejó el diablo. En esto se acercaron unos ángeles y se pusieron a servirle».
La tercera tentación es la tentación del poder. Satanás viene a decirle: «No quieres prescindir de Dios ni quieres prescindir de tu responsabilidad personal. Entonces cumple tu misión desde el poder». Observemos que el demonio es el dueño del poder (=dominio del hombre sobre el hombre basado en la fuerza y el miedo). El poder es satánico, es homenaje a Satanás.
La respuesta de Jesús es que sólo a Dios se debe servicio y homenaje. El es el único Señor. Por eso, cuando se usa el prestigio, el dinero y el poder para propagar el Reino de Dios, lo que se propaga es el Reino de Satanás.
La finalidad de este cursillo es ayudarnos a conocer la persona, la obra y el Mensaje de Jesús, principalmente a partir del comentario al Evangelio de Marcos.
Entre los objetivos esenciales que deben plantearse todas las comunidades cristianas, destacamos estos tres:
1. El conocimiento del mensaje específico del Nuevo Testamento: el Mensaje de Jesús de Nazaret.
2. La aplicación de este Mensaje a las circunstancias presentes que vive la comunidad. En esto consiste, principalmente, la teología, que debe ser obra de toda la comunidad.
3. La profundización vital permanente de la fe en Jesús como Mesías, a nivel personal y comunitario.