Isaías Latínez nos habla e invita a cuestionarnos: ¿Cuál es el objetivo que te motiva en el día a día? ¿A qué aspiras en la vida? ¿Es la meta de tu vida «ser alguien»? Dónde queda el “Ser Humano” entre todos estos planes. Si todo lo que haces está centrado en ti mismo te estás negando a la posibilidad de ser feliz y de amar.
Lucas 12,16-21 A continuación les propuso este ejemplo: «Había un hombre rico, al que sus campos le habían producido mucho. (17) Pensaba: ¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mis cosechas. (18) Y se dijo: Haré lo siguiente: echaré abajo mis graneros y construiré otros más grandes; allí amontonaré todo mi trigo, todas mis reservas. (19) Entonces yo conmigo hablaré: Alma mía, tienes aquí muchas cosas guardadas para muchos años; descansa, come, bebe, pásalo bien. (20) Pero Dios le dijo: «¡Pobre loco! Esta misma noche te van a reclamar tu alma. ¿Quién se quedará con lo que has preparado?» (21) Esto vale para toda persona que amontona para sí misma, en vez de acumular para Dios.
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