Se demuestra en la época moderna que de una hostia sale carne y eso me llevó a la cita de San Juan 6,51 “El Pan que Yo les Daré es mi Carne”. Usted me puede ver un poco tranquilo hablándole de estos temas, pero quiero decirle que a mí me llenan de profunda emoción, a veces es casi imposible hablar. Por ejemplo, en uno de los últimos estudios, cuando el médico me dice “Doctor, pase a ver por el microscopio este tejido” y veo un tejido luminoso, veo los glóbulos blancos y los glóbulos rojos, pero es de una brillantez que no se puede ver en cualquier microscopio y en ese momento yo pienso y digo, “Esto que estoy viendo, no lo ha hecho ningún ser humano, esto tiene el dedo de Dios, tiene su sello y tiene el poder del Espíritu Santo”. Entonces usted se puede maravillar al contemplar un cuadro de Miguel Ángel o de cualquier autor famoso y queda seducido, además que cuesta 40 millones de dólares, pero yo estaba viendo algo que Dios había hecho, que yo sabía que provenía de una hostia consagrada y esto es lo que a mí me ha hecho entender el Esplendor de la Eucaristía y me ha ayudado a dar una respuesta al periodista que me pregunta: “Doctor y qué significa esto para usted” y yo le digo ”Para mí la palabra de Dios se cumple”. Me ha hecho entender que Él dijo, “Yo estaré con ustedes hasta el final de los tiempos, este es mi cuerpo, esta es mi carne y esta es mi sangre”. Y se cumple…