Meditación de Marino Restrepo sobre la entrada de Jesús en la ciudad de Jerusalén.
Jesús llama a los apóstoles y los manda a traer a un burrito, ese burrito que nadie había montado y que además las personas no tenían ni idea del plan de Dios tampoco… Ese burro nos representa a nosotros, que es el burro que va con Jesús y es el que monta al burro y tiene el destino para el burro y el burro solo obedece a donde lo lleva el maestro y esto nos representa a nosotros. Pero al mismo tiempo cuando ese burro no está en el amor de Dios pues está convencido que la fiesta en Jerusalén es para él… Jesús sabe que su entrada a Jerusalén es el comienzo de su pasión, pero el pueblo que está ahí recibiéndolo está convencido que Él viene a derrotar a los romanos y también a ponerle orden a los Judíos porque lo consideran un rey natural, un rey civil, un rey que viene a manejar los gobiernos de la gente, un rey del mundo y no se imaginan la sorpresa tan grande que les espera.
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