Patricia Segovia: Cada vez que yo entraba a su cuarto y veía esas cosas (posters de grupos de rock) me quería morir, yo sentía algo en mi horrible. Entonces empecé a luchar y a luchar para arrancarlo a él pero él me decía y se justificaba: “Mamá, pero si no me afecta en lo que soy, mira yo sigo siendo igual, ¿en qué me puede afectar esa música?”. Luego pasado el tiempo, entraron a la prepa y él empezó a dejarse su pelo largo, porque tenía como ídolos a esos fulanos horrorosísimos, se dejó el pelo largo hasta la mitad de la espalda. Entonces yo una vez le pregunté: ¿Por qué te disfrazas de lo que no eres? Tú tienes un corazón noble, estas lleno de amor…