Retiro Espiritual “la Humildad de Cristo” en el que Fray Nelson Medina nos expone el Camino de Nazareth a la Cruz; de la Cruz a la Luz”, y cómo hilo conductor la Humildad de Cristo.
Este retiro fue filmado en la casa de ejercicios de las Hermanas Dominicas Nazarenas, en Sasaima, Cundinamarca, Colombia. En ocasión de su capítulo general en diciembre de 2012.
De Nazareth la Cruz es un camino de humildad, la entrada de Cristo en este mundo en la sencillez y en la humillación del pesebre, la salida de Cristo de este mundo en la sencillez y en la humillación de la cruz. Su entrada y su salida son puntos de humillación; su camino por esta tierra es un camino de servicio; Él se definió a sí mismo como aquel que no vino a ser servido sino a servir, y si ese modelo queda grabado en nuestra mente…
Temas del Retiro
- Texto y Contexto de Nazareth
- Como se Revela Dios en Cristo
- El Cordero Degollado
- Los Discípulos
- Grupos de Tiempos de Jesús
- Preguntas a la Cruz
- Prefiguraciones en el Antiguo Testamento
- El Siervo de YHWH (Yavé)
- María y los Pobres de YHWH (Yavé)
- Eucaristía
- Humildad del Resucitado
- La Humildad y la Vida Consagrada
01. Texto y Contexto de Nazareth
Silencio – Naturaleza
Humildad – Trabajo
Mansedumbre – Mundo
Obediencia – Opresión
Comunidad – Exclusión
* ¿Qué realidad conoció Jesús en sus años de infancia en Nazareth? El contexto lo podemos describir con algunas pinceladas:
(1) Naturaleza: Galilea es con mucho la región más bella de la Tierra de Jesús. La creación se vuelve elocuente en Galilea.
(2) Trabajo: Región de agricultura, pastoreo, pesca y comercio.
(3) “Mundo”: No era extraño ver avanzar las legiones romanas. Ya era común en galilea usar nombres de origen extranjero (griego). Jesús tuvo entre sus discípulos un Andrés y un Felipe.
(4) Opresión: Los Romanos no están haciendo turismo; son una fuerza de ocupación forzada, y de explotación por vía de impuestos.
(5) Exclusión: Para los judíos, los de la región de Judea, la fe ya estaba trastornada, si no perdida, en Samaría, inmediatamente al Norte. Ir todavía más allá, hasta Galilea, era entrar prácticamente en tierra de paganos, y así lo hace ver la expresión “Galilea de los gentiles.”
* El ambiente o atmósfera espiritual lo ha descrito muy bien el Papa Pablo VI en su Homilía del 5 de Enero de 1964 en Nazareth:
(1) Silencio, que es capacidad de contemplación y escucha.
(2) Humildad: lado positivo de la humillación fruto de la opresión y la exclusión.
(3) Mansedumbre: deseo expreso de no dañar y sí acoger.
(4) Obediencia: cuadro propio de una sociedad simple y unida en torno a valores familiares.
A lo cual se añade: (5) Comunidad: la vida en Nazareth transcurre en público. No imaginemos a la Sagrada Familia como un grupo celoso de su perfección y santidad: la apertura y el sentido de mutua pertenencia son norma.
02. Cómo se revela Dios en Cristo
Filipenses 2, 5-11
• ¿Cómo se revela Dios en Cristo?
• ¿Es Implementable Nazareth?
* Espontáneamente nuestra razón busca a Dios, e intenta definirlo, por la vía de la eminencia, es decir, por extrapolación o prolongación indefinida de lo que reconocemos como bueno. Según eso, Dios aparece como justísimo, sapientísimo, poderosísimo, y así sucesivamente.
* La vía emminentiae despierta admiración y ayuda a reconocer la propia condición de creatura y pecador, pero deja inevitablemente a Dios como un ser lejano, inalcanzable, incomparable, que por eso mismo vive sólo dentro de su propio régimen, de manera que lo que es esperable o exigible de él no se aplica a los humanos.
* San Pablo, en Filipenses 2, nos presenta algo distinto: Cristo no se “aferra” a su condición divina. El Cristo humilde de la Cruz es el que se despoja, se anonada. ¿Cómo se revela Dios ahí, entonces?
* En la Cruz aparece otro infinito: el de la crueldad sin límites, el de la arrogancia irrestricta y embriagada de sí misma. Pero ese abismo abre otro abismo: el del perdón sin límites, el de la misericordia que no se agota, el de la entrega total.
* La Cruz trae el infinito de Dios y lo hace visible, porque es infinito su amor, pero ese infinito ya no es distante sino próximo, es un infinito que invita, e incluso empuja, a ser imitado.
* ¿Cómo será eso posible? ¿Es “implementable” la espiritualidad de la humildad, de Nazareth, y de la Cruz? La pregunta queda abierta pero no como puro misterio teórico, sino como invitación clara y fascinante.
03. El Cordero Degollado
• Eres “digno”
• El Libro y sus 7 Sellos
• Cordero “degollado”
• Cordero “en pie”
* En varias partes del Apocalipsis, y en particular en los capítulos 4 y 5, llama la atención el uso de la palabra “digno.” Se ve mejor su sentido cuando descubrimos cuántas veces personas indignas reciben honores, riquezas o poder que son inmerecidos y que serán seguramente mal administrados. La “dignidad” a la que alude este texto parece apuntar, por contraste, a la coherencia que hay entre lo dado y quien lo recibe. Sólo Dios es verdaderamente “digno” del más profundo honor, del más pleno poder, de la más universal y abundante riqueza. Todo estará bien si está en sus manos.
* El capítulo 5 dice que Cristo es digno de desentrañar el sentido de la historia humana por una razón: ha sido “degollado.” La expresión–simbólica–alude al sacrificio redentor del Señor. ¿Por qué la Cruz lo hace “digno”? Porque ascendiendo a la Cruz descendió a las profundidades más lóbregas del ser humano, de modo que su victoria supone que ha conocido lo más terrible y lo ha vencido: ni la mentira, ni la muerte han tenido poder sobre él.
* El Cordero está “degollado” porque ha entregado su vida; pero está también “en pie” porque ha resucitado. Sólo porque está en pie y ha sido degollado reside en él la grandeza y es digno de todo honor. La suprema humillación es la más perfecta victoria.
04. Los Discípulos de Jesús
• Orgullo – Vanidad
• Celos – Resentimiento
• Egoísmo – Oportunismo
• Cobardía – Complicidad
• Desconexión
* Al referirnos a los discípulos, lo primero es quitar la idea de que se trataba de un grupo de amigos de Jesús en el sentido que esa palabra “amigo” tiene hoy. En nuestra época se llama amigos a aquellas personas que escogemos y nos escogen por una compatibilidad y gusto mutuos. Típicamente, los amigos son el tipo de gente con que nos sentimos a gusto; personas de las que no esperamos rechazo sino aceptación incondicional e incluso complicidad. No son personas que nos hacen mejores sino que hacen amable la vida, a veces a precio de dejarnos instalados en nuestras deficiencias y pecados. Esa noción contemporánea de amistad no sirve para acercarnos a un grupo tan diverso y complejo como el de los Doce que acompañan a Cristo.
* De hecho, en los discípulos vemos competencia, orgullo, vanidad… Lo más repetido de sus discusiones internas es la pregunta: “¿Quién es el primero?” No debemos juzgarlos con dureza hipócrita: también en nuestro tiempo sucede que quienes están consagrados al servicio de Dios y de la Iglesia esperan, implícita o explícitamente, hacer una especie de carrera, de modo que pasen de una parroquia pobre y lejana a otra más afluente y central, y así sucesivamente en ascensos de puestos, recursos y honores, con los que se busca finalmente… ser el primero.
* El espíritu de competencia lleva pronto a celos y resentimientos. Cuando los Zebedeos piden ser los primeros, los demás discípulos no esconden su resentimiento ante estos dos hermanos. El contraste entre el lenguaje de Cristo, que habla de servicio, y las actitudes y palabras de ellos, que compiten por honores y poder, no podía ser mayor.
* No falta tampoco el egoísmo en esos corazones. Consta que Judas Iscariote “era ladrón” (Juan 12,6). Pero además, como anunció Cristo, cuando el pastor fue herido se dispersaron todas las ovejas (Marcos 14,27), es decir, cada discípulo mostró lo que llevaba dentro: preocupación sólo por lo suyo.
* La síntesis es que los discípulos claramente están desconectados de su Maestro, aun teniéndolo cerca, y que por la misma razón están desconectados unos de otros. Un nuevo comienzo será pensable sólo sobre bases nuevas.
05. Grupos en Tiempos de Jesús
“Estamos Bien” – “Estaremos Bien”
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*Saduceos – *Escribas
*Herodianos – *Fariseos
*Zelotas
*Esenios
* Puede decirse que en tiempos de Jesús había grupos constituidos que eran verdaderas “opciones de vida” para los respectivos miembros. Estos grupos pueden clasificarse entre aquellos que se sentían confortables con el estado de cosas, y decían “estamos bien,” y aquellos otros que sentían descontento y ruptura con el roden presente, de modo que sólo podían mirar al futuro con este deseo: “estaremos bien.”
* Entre los que creían que estaban bien hay que contar a la casta sacerdotal, los saduceos, y también los aliados políticos y amigos personales del ilegítimo rey Herodes, es decir, los herodianos. A estos dos grupos les convenía mantener la pantomima del rey para ahogar en su raíz cualquier pretensión de un mesías. Lo que más temen es que un levantamiento popular haga caer la mano de los romanos, que temen será implacable.
* Los descontentos son de distintos estilos. Los esenios toman una posición de retirada y de negación del orden social existente. Pretenden que una vida de tipo monástico, en el desierto, es la única manera de ser fiel a Dios. Al autoexcluirse de la escena se convierten en una anécdota lateral que no tiene incidencia profunda en el curso del Nuevo Testamento, ni lo que sigue. El polo opuesto son los zelotas o zelotes, que tienen como referencia histórica la lucha macabea. Creen que una guerra de guerrillas debilitará la presencia romana y aspiran a una independencia política que para ellos equivale al reinado de Dios.
* Escribas y fariseos tienen una relación simbiótica: los escribas, grandes conocedores de la Ley y de sus interpretaciones, son el soporte moral e intelectual de la religiosidad farisea, que parte de una base sencilla: si cumplimos toda la alianza, Dios vendrá con su reino y su poder.
* En semejante contexto Jesús de Nazareth anuncia la llegada del Reino de Dios: una noticia pésima para los que estaban acomodados al régimen del momento, pero también noticia desconcertante y no menos mala para quienes pretendían que ese Reino se pareciera a sus opciones de violencia, escapismo o moral de fachada. El camino del anuncio del Reino sólo puede traer rechazo e inmolación para Cristo.
06. La Cruz
• ¿Esperable?
• ¿Inevitable?
• ¿Reveladora?
• ¿Útil?
* Cuando se observan las pretensiones de poder de los grupos que tenían más relevancia en época de Cristo, pronto se descubre que su misión sólo podía tener un desenlace: la muerte, y muerte de Cruz. Veamos por qué.
* Es verdad que Cristo hizo muchos prodigios y milagros pero las curaciones o liberaciones no tuvieron la fuerza suficiente para penetrar los corazones endurecidos por egoísmos o codicias. La gente ama curarse pero no ama obedecer ni entregar el control de su vida a Dios. La gente quiere que Dios les sirva; no servir a Dios.
* Viene un cambio de estrategia: más predicación sobre el reino. Tampoco funciona. Muchas parábolas caen en el vacío. La gente admira la retórica; admira un discurso bien hecho, pero no suelta el corazón al poder de Dios.
* Entonces Jesús se concentra más en sus discípulos pero ya es evidente que esto tampoco logrará mucho porque ellos están preocupados con sus primeros puestos.
* los enemigos se vuelven más fuertes y Cristo carece de un grupo verdadero de aliados que compartan lo que hay en su mente y corazón. El horizonte tétrico de la muerte se deja ver. Y como los judíos no pueden poner la pena capital, se ve que el procedimiento será el de la cruz, castigo de los romanos para los esclavos rebeldes.
* Pero ese sacrificio si logrará lo que no lograron ni los milagros ni las predicaciones ni las instrucciones particulares a los discípulos. La Cruz es la denuncia última y completa contra el pecado, y sobre todo, es la revelación plena del amor redentor de Dios.
07. Prefiguraciones de Cristo en el Antiguo Testamento
• Abel
• Isaac
• Cordero Pascual
• Profetas
• Siervo de YHWH (Yavé)
* En su “Homilía sobre la Pascua,” el santo obispo Melitón de Sardes nos invita a reconocer que Cristo y su sufrimiento no son un caso aislado ni un hecho fortuito. Al aceptar su cruz, el Señor se unió a una larga historia de dolores que tiene nombres propios en la Biblia, empezando por el justo Abel.
* La verdad es que hay una especie de ley que tristemente se cumple en este mundo nuestro, herido por el pecado: la inocencia conduce al sufrimiento. Y quienes primero se excluyen de esa ley son ante todo los que la aprovechan para prolongar cadenas de injusticia y violencia. La alternativa parece ser: prolongar la injusticia o detenerla, pero para detenerla, habiendo uno recibido injusticia, hay que tener un alma grande que sepa padecer sin desquitarse, es decir, que sea capaz de inocencia y dolor a la vez. Ese es exactamente el paradigma de Cristo en la Cruz.
* Entre las figuras del Antiguo Testamento destaca por muchos motivos la historia de José, el hijo de Jacob. Su manera de padecer sin resentirse de sus hermanos ni quejarse de la voluntad de Dios nos acerca bastante la modelo de Cristo. Y cuando luego se descubre ante los hermanos y concluye que había un bien en su propio padecer, que fue tan injusto, nos enseña mucho sobre la Cruz y su fecundidad.
* Otro ejemplo notable es el del profeta Jeremías, semejante a Jesús incluso en el hecho de su celibato. Jeremías descubre que el dolor es vía de penitencia, propiciación y salvación. El destierro a Babilonia no es puro ajedrez político ni asunto de estrategias militares: en su sentido más hondo la historia humana responde a la Palabra y el Plan de Dios, y precisamente eso es lo que le ha sido concedido contemplar a los profetas, amigos fuertes de Dios.
08. El Siervo de YHWH (Yavé)
Canticos del Siervo de Yavé
• Isaías 42, 1-7
• Isaías 49, 1-6
• Isaías 50, 4-9
• Isaías 52, 13 – 53, 12
* La segunda parte del libro de Isaías, que va del capítulo 40 al 55, incluye cuatro pasajes que se conocen como “Cánticos del Siervo.” Son textos de hermosa y densa poesía, que han despertado interés y abundante discusión. Se ha dicho que esa figura, arropada en misterio, corresponde al pueblo judío, o a algún profeta en especial, o a los profetas en general, o que alude al Mesías. Lo cierto es que los cristianos, desde tempranas horas de la fe, han leído esa parte de Isaías reconociendo ante todo a Cristo.
* Ejemplo típico es el pasaje del diácono Felipe y el etíope que iba leyendo uno de estos Cánticos en su carruaje. La interpretación de Felipe ve el misterio del Cristo sufriente en la descripción del capítulo 53 de Isaías.
* Estas prefiguraciones tienen un valor inmenso cuando se trata de encontrar el sentido teológico de la Pasión, más allá del sufrimiento más visible, que es el corporal.
09. María y los Pobres de YHWH (Yavé)
• El desierto, el despojo, la fe
• El Pequeño Resto
• Del templo a la sinagoga
• El Pueblo de la bienaventuranzas
* La santidad excepcional de la Virgen María hace que uno fácilmente la vea como un caso también excepcional, y en ese sentido, desconectado de su pasado, y de la gente y cultura de su tiempo. Su santidad se ve entonces como algo ajeno al curso de la historia humana, algo que reposa únicamente en la impenetrable voluntad de Dios, como si se tratar de un capricho. Por supuesto, ese actuar divino no genera inspiración ni responsabilidad alguna de parte de quien no ha recibido esos dones.
* Las cosas cambian cuando se recorre el camino que hizo la fe del pueblo elegido. El desierto ocupa un lugar importante porque es el espacio, físico y existencial, en el que los ídolos aparecen en toda su impotencia, y la providencia de Dios se muestra como revelación de su majestad y soberanía. El despojo del desierto es así paradójicamente una buena noticia: ser llevado al desierto es ser llamado a renovarse en el amor y la fidelidad, como la predicó Oseas.
* Pero el corazón humano no acepta de buen grado esa ley del despojo. Fue una circunstancia forzosa, el destierro a Babilonia, lo que terminó de romper el corazón arrogante e idólatra, de modo que el pueblo que salió de ese abismo de dolor pudo conocerse en su propia miseria y pecado. Es el tono que se encuentra en las confesiones penitenciales de los primeros tres capítulos del libro de Baruc.
* Ese es también el tono humilde del “Pequeño Resto,” cuya nota principal es la humildad y la confianza en Dios. Tal es la espiritualidad de Nazareth, de la Virgen María, y de las bienaventuranzas.
10. Eucaristía
• Última Cena
• Lavatorio
• Comida Pascual
• Banquete Escatológico
* Una de las expresiones más elocuentes de la humildad de Cristo es su presencia viva de donación y amor en la Divina Eucaristía.
* Ante todo, se trata de la “Última Cena.” El sentido de lo “último” no es el del comercio y la publicidad actuales, para los cuales la “última” colección es sólo la última que ha salido al público. En la Biblia, lo “último” indica aquello que ya no tiene sucesor, es decir: lo definitivo. La Última Cena es entonces aquella en la que se da el todo de Cristo: es su ofrenda, su holocausto de amor.
* Para la catequesis es necesario recordar esa primacía de la dimensión sacrificial. Elimínese la idea de que la Eucaristía es una grata comida de amigos que se sienten a gusto unos con otros.
* El lavatorio de los pies es en sí mismo una expresión de humildad, por ser tarea de esclavo. Pero dice más: los pies lavados son la acogida, el hacer sentir en casa. Lavar los pies en la Última Cena es invitar a quedarse para siempre en el espacio del amor de comunión ofrecido en Cristo.
* La Última Cena es comida pascual. No mira sólo al pasado. Celebra algo que está sucediendo; es transformante. Comer la Pascua es volverse Pascua.
11. La Humildad del Resucitado
• Nada de triunfalismo
• No se impone, se ofrece
• Anuncia otro Don
• Comparte su herencia
• Acompaña, consuela, fortalece
* En tiempos de Jesús eran famosos los “triunfos,” desfiles ostentosos con que los generales romanos mostraban en la Urbe sus logros, ganando así poder y capacidad de influencia. Lo militar y lo político iban unidos de modo que el despliegue civil de una victoria militar tenía mucho sentido.
* El Resucitado es el caso opuesto. Su victoria es inmensa, cósmica, definitiva, pero no hay triunfalismo en su modo humilde y caritativo de acercarse a los discípulos. ¿Por qué? Porque la ostentación y la opresión son inútiles cuando se trata de convertir corazones, y ese es el propósito de Cristo, en su Encarnación, su ministerio público, su muerte dolorosa en la Cruz, su actuar ya resucitado.
* Impresiona que el Señor Jesús, tanto en su despedida en la Cena, y después, ya resucitado, se abaja con humilde amor ante la obra del Espíritu Santo: “Os conviene que yo me vaya” (Juan 16,7), y “Aguardad la Promesa del Padre” (Hechos 1,4-5).
* Es el Espíritu quien nos hace coherederos. Es el Espíritu quien nos hace hijos, y es nuestra filiación la que nos permite participar de la vida propia del Hijo.
12. La Humildad y la Vida Consagrada
Humildad
– Cuerpo – Pobreza
– Corazón – Castidad
– Mente – Obediencia
* Tres miradas concurrentes:
(1) La vida comunitaria es el “voto integral.” Allí donde se vive la dimensión comunitaria en plenitud resulta natural vivir en pobreza, castidad y obediencia. Donde la comunidad es frágil o de un ambiente malsano, la observancia de los votos resulta casi imposible.
(2) Los votos no sólo tienen un valor religioso: tocan realidades antropológicas hondas que acontecen allí donde hay seres humanos. El tener, el poder y el disfrutar; el dinero, las decisiones y los afectos: hay modos distintos de describir cómo los votos apuntan a lo más profundo de nuestros anhelos, temores y sueños.
(3) La humildad del cuerpo es la pobreza; la humildad del corazón es la castidad; la humildad de la mente es la obediencia.