El profesor de Biblia Pepe González nos explica el sentido porque Jesús utiliza el sufrimiento para salvar al mundo, en la pasión del alma de Jesús. Pero no solo su sufrimiento, sino también el de cada uno de nosotros. Meditación ideal para la cuaresma y semana santa.
El sufrimiento, tu enfermedad, tus penas, tus penas morales, tus penas espirituales, las traiciones que has recibido, los oprobios, las injurias, las calumnias que se han dicho en contra de ti, la enfermedad, la enfermedad incurable que vienes arrastrando, todo el desprecio que has recibido, físico y moral, no es otra cosa más que una prolongación de la pasión de Cristo en tu vida. Es decir, cuando tú estás enfermo o enferma, es Jesús que te está visitando, es Jesús que te ha elegido a ti. Cuando estés enfermo o enferma no reniegues, no digas ¿Por qué yo? No digas otra vez No. Tu actitud ante la pasión del Señor y ante el sufrimiento debe ser esta: Gracias Jesús porque me estas visitando, gracias por esta enfermedad, gracias por esta humillación, gracias por esta pena, por esta soledad que estoy viviendo, gracias por esta soledad incurable, gracias por estas penas morales e incomprensiones que me dan los hombres, porque es en esta hora en que más me parezco a ti en tu pasión. Gracias porque me has elegido…
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