Ahora, lo recordamos en uno de los momentos más tiernos de su existencia. En un momento en el que él disfruta del humor de un comediante con absoluta sencillez y dulzura.
Diego Pool es el payaso “Japo”, un hombre que durante 6 años consecutivos hizo reír al Papa Juan Pablo II.
Yo lo he hecho siempre de payaso para niños. Lo que más me llama la atención es que el Papa reaccionaba igual, igual que los niños. Si te alegras, el niño se alegra; si te entristeces, el niño se entristece; si lloras, el niño llora a veces. Y el Papa estaba tan metido, que llega un momento en que me pongo a llorar y el Papa se pone como triste también.