Impresionante la tormenta eléctrica que se desató durante la vigilia de oración del sábado por la noche, sin embargo ni el Papa ni los Jóvenes se dejaron vencer, y la reacción fue un IMPRESIONANTE ESTALLIDO DE ALEGRIA, como nunca se había visto con tanta gente congregada.
Y cuando se presentía la cancelación de la celebración, la calma llegó súbitamente, los rayos, el viento y la lluvia cesaron, pero la alegría subía cada vez más en intensidad y hasta los obispos hacían la ola junto a los jóvenes.
Luego de unos ajustes debidos a la tormenta, se continuó con la celebración. Minutos después de la alegría desbordada pudimos contemplar a casi 2 millones de personas en completo silencio, en la adoración al Santísimo Sacramento, muchos de ellos con lágrimas en sus ojos, pero con esa paz que solo el Señor Jesús nos puede dar.
http://www.youtube.com/view_play_list?p=AE86B2CDE45E88F3Se levantó una tormenta muy violenta en el lago, con olas que cubrían la barca, pero él dormía. Los discípulos se acercaron y lo despertaron diciendo: «¡Señor, sálvanos, que estamos perdidos!» Pero él les dijo: «¡Qué miedosos son ustedes! ¡Qué poca fe tienen!» Entonces se levantó, dio una orden al viento y al mar, y todo volvió a la más completa calma. Grande fue el asombro; aquellos hombres decían: «¿Quién es éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen?» (Mat 8,24-27)
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