Tú, Señor, ves el dolor de su esposa y la orfandad de sus hijos; te pedimos protejas a los que hemos quedado huérfanos en la tierra para que vayamos creciendo en cuerpo y alma. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Tú, Señor, ves el dolor de su esposa y la orfandad de sus hijos; te pedimos protejas a los que hemos quedado huérfanos en la tierra para que vayamos creciendo en cuerpo y alma. Por Cristo nuestro Señor. Amén.