Protege, Señor,
a tus misioneros,
sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos,
que dejan todo
para dar testimonio
de tu palabra
y de tu amor.
En los momentos difíciles,
sosténlos,
consuela sus corazones,
y corona su trabajo
de frutos espirituales.
Y que tu imagen
del crucifijo
que les acompaña siempre,
hable a ellos de heroísmo,
de generosidad,
de amor y de paz. Amen
Juan XXIII
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