«Para hablar de Dios, es necesario que crezcamos cada día en el conocimiento y la intimidad con el Señor». Lo ha dicho Benedicto XVI en su catequesis de la audiencia general de esta mañana, celebrada en el Aula Pablo VI del Vaticano ante la presencia de varios miles de fieles y peregrinos de numerosos países. El Papa explicó que el amor de Dios no es una «realidad intimista» que impulsa a encerrarse en sí mismos, sino, al contrario, pide que salir de sí, porque el bien es difusivo, se difunde mediante la fuerza interior, como reconocía Platón, y san Agustín que afirmaba que «el amor de Dios dilata los confines de nuestra misma humanidad».