Mientras muchos están asustados esperando acontecimientos catastróficos, los católicos, una vez más estamos invitados a celebrar el año de la fe, no año de temor, no año de calamidades, sino un año para renovar nuestra confianza en Dios…
Mientras muchos están asustados esperando acontecimientos catastróficos, los católicos, una vez más estamos invitados a celebrar el año de la fe, no año de temor, no año de calamidades, sino un año para renovar nuestra confianza en Dios…