Κανών
Kanon, que quiere decir Caña o Vara y suele significar también Norma o Medida.
Este a su vez deriva de la palabra hebrea
קנה
Kaneh que significa Estándar o Medición. Por extensión pasó a significar «la norma recta» o correcta y la lista de los documentos o conceptos que conforman dicha norma.
En conclusión, podemos decir pues que
El Canon Bíblico es el listado de libros inspirados por Dios que forman las Sagradas Escrituras.
¿Quién me Asegura que la Biblia es Palabra de Dios?
Comúnmente declaramos que los libros de la Biblia son Palabra de Dios, sin embargo, no investigamos más al respecto. Cuando preguntas a cualquier creyente es casi seguro que no sabrá la respuesta, hay quienes creen incluso que la Biblia cayó del cielo directamente, algunos protestantes solo alcanzan a responder que la misma Biblia lo dice, lo cual no es del todo cierto pues en ningún libro de la Biblia se dice cuáles son los libros que debe contener.
Como ya vimos en otra sección algunos textos de la Biblia declaran que son Palabra de Dios o inspirados por Dios como
2 Timoteo 3,16. Toda Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar, rebatir, corregir y guiar en el bien.
sin embargo, eso mismo pueden decir otros libros que no forman parte de la Biblia. Declarar que la Biblia es Palabra de Dios porque la Biblia misma lo declara es un argumento circular. Alguien podría escribir cualquier cosa y decir que es Palabra de Dios porque en ese mismo escrito lo dice y evidentemente no estaríamos de acuerdo.
¿Cómo sabemos que la Biblia es Palabra de Dios? ¿Quién me lo puede asegurar? Veamos lo que dijo san Agustín en el siglo cuarto:
No creería en el Evangelio, si no me moviera a ello la autoridad de la Iglesia católica.
Efectivamente es la autoridad de la Iglesia católica, que tiene la guía del Espíritu Santo (Jn 16,13), la única fundada por Cristo (Mt 16,18), quien tiene el poder de atar y desatar (Mt 16,19), la que declara que
– La Biblia es Palabra de Dios.
– Cuáles son los libros que la componen.
Breve Historia del Canon de la Biblia
La Tradición apostólica hizo discernir a la Iglesia qué escritos constituyen la lista de los Libros Santos. Fue en el Concilio de Roma del año 382, bajo el pontificado del papa San Dámaso I, cuando la Iglesia Católica instituyó el Canon Bíblico con la lista del Nuevo Testamento de San Atanasio y los libros del Antiguo Testamento de la Versión de los LXX (la usada por Jesucristo y los Apóstoles).
Bajo la guía del Espíritu Santo los concilios de obispos católicos de Hipona, en el año 393 y de Cartago, en el año 397 y 419, confirmaron el canon Alejandrino con 46 libros para el Antiguo Testamento, y también establecieron el canon del Nuevo Testamento con 27 libros. Finalmente, el concilio de Trento del siglo XVI fijó definitivamente el canon de la Biblia en 73 libros y lo declaró dogma.
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