El padre Alberto Linero en su mensaje matutino en el que primero hace una hermosa oración de entrega a Dios. Luego le contesta a una mujer quien, en un mensaje, le dice al sacerdote que no puede estar alegre, ni celebrar porque su vida está llena de tristezas, de problemas y dolores. Veamos el mensaje.
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Me escribieron un texto donde alguien me decía, “Padre, no tengo motivos para agradecer a Dios”. Esta persona me decía “Padre, mi situación de vida, mi situación diaria es tan difícil, es tan complicada que yo quisiera decir lo que usted dice, yo quisiera levantarme contenta como usted se levanta contento, yo quisiera celebrar como usted celebra, pero no puedo porque mi vida está llena de dolores, mi vida está llena de tristezas, mi vida está llena de problemas” decía la señora. Y me escribía con fuerza diciéndome “no tengo nada porque agradeceré”.
Yo creo que la señora exagera, estoy seguro que si hay algún motivo por agradecer, sin embargo quiero detenerme en esa situación en la que ella esta. Y quiero revisar un texto que a mí me encanta del profeta Habacuc, un texto que ya he leído aquí y que a mí particularmente me emociona. Mira lo que dice Habacuc (Habacuc 3, 17) con tanta fuerza, con tanta claridad, que hermoso, mira: “Le alabaré a mi Señor, aunque no florezcan las higueras, aunque no den frutos los viñedos y los olivares, aunque se acaben los rebaños de ovejas y no haya reces en los establos, porque el Señor me da fuerzas”.
Señora usted que me decía que usted no tiene nada porque alabar este profeta está diciendo que tampoco tiene nada porque alabar pero aunque no haya nada porque seguir alabando al señor, el seguirá alabando al Señor, porque el Señor le va a dar fuerzas.
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Sigue en el video
http://www.youtube.com/watch?v=tu1-IxiWybg
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