Señor Jesús, tu eres nuestra paz.
Mira a nuestra patria dañada por la violencia que la dispersa por el miedo y la inseguridad.
Consuela el dolor de quienes sufren.
Da acierto a las decisiones de quienes nos gobiernan.
Toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte.
Dales el don de la conversión para que sepan que lo que quieres es perdonarlos puesto que también son tuyos.
Protege a las familias, a nuestros niños, adolescentes y jóvenes.
Que como discípulos misioneros tuyos, ciudadanos responsables, sepamos ser promotores de justicia y de paz, para que en ti, nuestro pueblo tenga vida digna.
Amén
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