Gerardo Padilla de niño quería ser sacerdote pero los caminos de la vida lo llevaron al protestantismo, hasta que un día fue a un monasterio a convertir a los sacerdotes y luego de tres días ahí vio la verdad y regreso rezando el rosario.
Gerardo Padilla de niño quería ser sacerdote pero los caminos de la vida lo llevaron al protestantismo, hasta que un día fue a un monasterio a convertir a los sacerdotes y luego de tres días ahí vio la verdad y regreso rezando el rosario.