Hoy asistimos a una “gran persecución”, no sólo de los cristianos, sino también contra todo hombre y mujer, a través de las “colonizaciones culturales, la guerra, el hambre, la esclavitud”, porque, en el fondo, el contemporáneo “es un mundo de esclavos”: que el Señor nos dé la gracia de luchar y de restablecer “con la fuerza de Jesucristo la imagen de Dios que está en todos nosotros.
Un Mundo de Esclavos – Homilía del Papa Francisco