Al pasar yo le pegue con el bate en la cabeza y cayó. Pero algo que me partió el corazón y que siempre le he pedido perdón a Dios es cuando un niño de unos 5-6 años sale y me dice “Mataste a mi papá” Eso me marcó para toda mi vida. Y por eso cuando yo caí a la prisión mi oración que le dije a Jesús fue “No soy un asesino, no soy un drogadicto, tu sabes que yo todo lo que hice fue por desquitarme de lo que mi padre me hizo. Tú sabes que todo el daño que hice fue porque nunca pensé que existiera amor y porque mi padre me dijo que yo era la desgracia de la familia.